REGLAS PARA INVERTIR MEJOR

Una de las primeras cosas que hice al llegar a Londres hace exactamente un mes fue comprarme el libro “The psychology of money” de Morgan Housel, que estaba recién publicado.

Morgan es socio de un fondo que financia startups pero además es un gran pensador y un excelente escritor. Sus textos son fuente de inspiración para varios de mis posts.

En su libro analiza cómo las emociones que giran en torno al dinero (miedo y avaricia) afectan a los mercados y cómo la manera en que nos comportamos con nuestras inversiones define en buena medida los resultados que terminamos obteniendo.

A continuación explico de manera concreta los 10 puntos más interesantes del libro:

1- El mundo es complejo, la suerte y el riesgo son difíciles de identificar

Si respetas el poder del azar vas a tener una mejor probabilidad de concentrarte en las cosas que realmente podés controlar. A la hora de juzgarte a vos mismo y a los demás tené en cuenta que muchas veces (aunque no siempre) el éxito o el fracaso se obtienen con idénticos niveles de esfuerzo y diferentes grados de suerte.

En un post previo hablé sobre el sesgo de resultados, que consiste en valorar una decisión por su consecuencia final en lugar de centrarse en las probabilidades y la información disponible a la hora de tomarla. Quien no comprende el sesgo de resultados corre el riesgo de desanimarse o cambiar erróneamente de estrategia luego de una racha de mala suerte.

2- Menos ego, más riqueza

Morgan define al ahorro como la diferencia entre el ego y el ingreso. No importa cuanto ganes, nunca vas a construir riqueza si tus pretensiones de gastos suben al mismo ritmo que tus ingresos.

3- Manejá tus inversiones de un modo que te permita dormir bien por las noches

Esto no quiere decir que inviertas de la manera más conservadora posible. Algunas personas para dormir bien necesitan saber que parte de sus inversiones están expuestas a un riesgo suficiente que les permite también captar subas importantes.

En mi post sobre las crisis argentinas planteo algo similar: “Quizás la mejor manera de decidir cuándo entrar sea considerando qué te deja dormir más tranquilo por las noches, la posibilidad de perderte de ganar o ahorrarte de perder”.

A la hora de tomar decisiones financieras, preguntarse ¿esto me ayuda a dormir mejor? es un excelente punto de partida para formular una conclusión.

4- Si querés que te vaya bien invirtiendo, lo mejor que podés hacer es expandir tu horizonte temporal

El interés compuesto necesita tiempo para dar sus mejores frutos. El tiempo hace que pequeñas inversiones se transformen en montos importantes. 

Si bien no podemos neutralizar todos los riesgos, el paso del tiempo es positivo para la mayoría de los mercados. La productividad crece, hay innovaciones, la población aumenta, las inversiones corporativas rinden frutos y, como consecuencia de todo esto, las empresas ganan más dinero y valen más.

5- Sentite bien con varias cosas saliendo mal. Podés estar equivocado la mitad del tiempo y aún así ganar una fortuna.

Es normal que algunas inversiones salgan mal, el mundo funciona así y hay muchas cosas que no podemos prever. A pesar de esto, una pequeña parte de nuestras inversiones suele explicar el grueso de nuestros rendimientos, y es natural que sobre-compense las pérdidas si el riesgo se maneja adecuadamente.

Es la naturaleza del capitalismo. Según un estudio de JP Morgan, entre 1980 y 2014 el 40% de las empresas que cotizaron en el Russell 3000 de Estados Unidos sufrieron pérdidas mayores al 70% de las cuales nunca se recuperaron. Un 64% de las empresas creció por debajo del índice. Pero el 36% restante superó al índice y un 7% tuvo rendimientos extraordinarios que hicieron posible el crecimiento anual de dos dígitos que exhibe el índice Russell 3000 a lo largo de su historia.

6- Usá el dinero para ganar control sobre tu tiempo

No tener control sobre tu tiempo es una de las mayores cargas contra la felicidad. La posibilidad de hacer lo que querés, con quien querés, cuándo querés y durante el tiempo que quieras es el mayor dividendo que pagan tus inversiones.

7- No necesitás una razón específica para ahorrar

Está perfecto ahorrar para comprarse un auto, una casa o para irse de vacaciones. Pero ahorrar para cosas que son imposibles de predecir o definir, como una pandemia o la quiebra del sistema de jubilaciones, es la mejor razón.

La vida es una constante cadena de sorpresas. Los ahorros sin afectación específica son la mejor cobertura contra el poder del universo para sorprenderte en el momento menos esperado.

8 – Definí el costo de lo que querés y disponete a pagarlo

Nada que valga la pena es gratis. La mayoría de los costos no son visibles. La incertidumbre, dudas y arrepentimientos son costos muy comunes en el mundo financiero. La mayoría de las veces vale la pena pagarlos.

Tenemos que ver estos aspectos como un costo (el precio a pagar para obtener algo a cambio) más que como una multa (algo negativo que debemos evitar).

9 – Mantené siempre un margen de error

El margen de error es el gap entre lo que puede suceder en el futuro y lo que necesitás que suceda para que tu inversión salga bien. El margen de error muchas veces parece una cobertura conservadora, pero si sirve para mantenerte en el juego a largo plazo, entonces su rendimiento puede superar al de tus mejores inversiones.

Esto sirve incluso para evitar un sesgo importante. Mientras más necesitamos que una historia sea cierta, más propensos somos a escuchar todo lo que la refuerce, y menos propensidad tenemos a escuchar otras visiones.

10- Deberías apreciar el riesgo, porque se paga a largo plazo.

La volatilidad es el precio que pagamos para tener mayores rendimientos a largo plazo. De todas formas, también tenemos que ser paranoicos con los riesgos que pueden poner en riesgo nuestra capacidad de tomar más riesgos en el futuro.

La mejor manera de perder es tomando riesgos que pueden mover la aguja con un resultado afortunado sin poner en riesgo la capacidad de intentar y fallar con algo nuevo en el futuro.

Gracias por leer!